LA VENGANZA. ESE AZUCAR QUE NO ENDULZA NADA

Fuente de la Imagen: https://www.psicoactiva.com/blog/venganza/

Comenzaremos explicando qué es la venganza y por qué la sentimos. La venganza viene muy unida con la ira y la justicia y es una emoción primate y primaria que tenemos los seres humanos cuando algo o alguien nos traiciona y tenemos una sensación de que "se debe" hacer justicia o la realizada no es suficiente, por lo que ahí pasamos a planearla nosotros mismos, comenzando una venganza.

El fin último de la venganza, sea psicológica o física, es infligir ese castigo y deseo de justicia a aquellos y aquellas que nos han traicionado, mentido, defraudado a nosotros o alguien al que amamos, con el fin de equilibrar la balanza y que el otro sienta exactamente lo mismo que nosotros hemos experimentado. 

Como hemos indicado, es una emoción humana básica, su función si es sana y se sabe gestionar es guiar al ser humano a la actuación y a la acción ante cualquier obstáculo que tengamos pero normalmente esto rara vez pasa, y terminamos convertidos en todo aquello en lo que mas odiamos,  es decir, en la persona de la que queremos vengarnos para después darnos cuenta, que aunque esta se haya ejecutado, el daño está hecho y nada ha sido arreglado, sólo dos cosas son posibles, o roto o renacido, sin sentir ningún placer por ver a esa persona sufrir en añadición (a no ser, que tengas una personalidad psicopática).

 Ya se decía en el Antiguo Testamento "Ojo por Ojo y Diente por Diente" pero viendo que esto traía más desesperación en el Nuevo Testamento se llevaba más "pon la otra mejilla" y "PERDONA a tu enemigo" por lo cual, vamos a dar unas pautas para saber gestionar y aceptar esta emoción instintiva (que no controlar, pues una emoción no se controla):

1. Respiración condicionada y Mindfullness: Se consciente de tu momento presente, lo que estás sintiendo ahora, las sensaciones buenas o malas de tu cuerpo, tu yo interno, el pasado pasó, Respira profundamente así conseguirás que tu cerebro reciba más índice de oxígeno en sangre.

2.Reflexiona sobre lo ocurrido, medita las posibles consecuencias de tus acciones e intenta evitar los impulsos. Si es necesario pregunta a conocidos o a tus experiencias pasadas, y cómo te sentiste tras la venganza y qué pasó después. Escribe tus pensamientos en una libreta sinceros, como tu voz en off, ya que esto ralentiza el pensamiento y alivia la ansiedad.

3. Trabaja la empatía y la asertividad, de esta manera pondrás límites a futuros predadores pero por otro lado no herirás ni harás daño a nadie intencionadamente.

4. Hazte esta pregunta: ¿Qué es más productivo ser feliz, o tener razón?.

Recuerda que una venganza bien planeada requiere tiempo y energías que podrías emplear en actividades más gratificantes, en vez de en algo que no tiene ninguna buena salida, ni nunca la ha tenido.

Puedes tener justicia o puedes tener venganza. Pero no ambas cosas (Devin Grayson)

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